CRÓNICAS DE UNA MUERTE ANUNCIADA - GABRIEL GARCIA MARQUEZ

CRÓNICAS DE UNA MUERTE ANUNCIADA - GABRIEL GARCIA MARQUEZ

Que puedo decir de esta obra, es una de mis favoritas a pesar de que solo la he leido una vez, pero de verdad me gusto. Mientras leía esta obra tuve sentimientos encontrados; pena por el protagonista, pues todos sabían su destino y nadie lo ayudó y cólera contra aquellos que lo sabían, contra los que lo asesinaron y sobre todo contra la causante del problema. Pues fue una injusticia en toda regla.

La trama gira en torno a la muerte del joven Santiago Nasar a manos de los hermanos Vicario, para defender la honra de su hermana, Ángela Vicario.

Los Vicario eran personas humildes que al ver la mínima oportunidad de salir de aquella condición no dudan en entregar a su hija al mejor postor, en esta historia, Bayardo San Román. Es así como Ángela se ve obligada a casarse, pero existía un pequeño detalle, ya no era virgen, lo cual fue descubierto en su noche de bodas. Fue devuelta a su familia, donde después de ser maltratada culpa a Santiago de su deshonra.

Los hermanos Vicario toman como mejor opción matarlo y para ello planean su asesinato y van dejando comentarios a todo lugar a donde iban. En el fondo, no querían matar a Santiago, ellos sabían que no era el culpable pero nadie los detuvo.

Es así como Santiago muere, sin poder defenderse, pues cuando se dio cuenta de que iba a ser asesinado fue demasiado tarde. Los Vicario lo acuchillaron sacándole las tripas en la puerta de su casa; pero aun así Santiago logró entrar a su casa por la puerta trasera, lugar donde cayó inconsciente y posteriormente murió.

Para ser sincera no me gustó para nada el final, pero no todos los cuentos tienen un final feliz, cierto. Esta obra logró atraparme desde el inicio, a pesar de que no tiene un orden.

Me descolocó la forma brutal en la que fue asesinado Santiago, cuando narra la escena en donde carga sus tripas hasta adentrarse a su casa; me parece algo espeluznante.

En fin, recuerdo que después de leer el final estuve buena parte del día pensando en porqué nadie le dijo, o porqué nadie detuvo a los hermanos; se habría podido evitar el homicidio y encima estaba enojada porque fue en vano. Ángela confesó que Santiago no había sido el culpable de su deshonra pero tampoco expuso al verdadero culpable. Para mi todo el pueblo es culpable por no advertirle.

Fue un acto cruel.